Desconcertado

por **Julien Dómine** Jue Mayo 28, 2009 7:04 pm

Había llegado, sin saber como, al pasillo del ala de las mujeres. Dios, me acababa de meter en un lío. No sabía si estaba permitido caminar por estos pasillos, siendo yo un hombre, y a las dos y media de la mañana. Pero siempre había sido de mal dormir y normalmente necesitaba pasear un poco antes de tumbarme en la cama. Y claro, pasito a pasito, sin saber dónde se encuentra uno, acaba donde acaba.
Suspiré y miré a todos lados, en busca de alguien que me ayudase y a la vez comprendiese mi desconcierto entre tanto mal entendido.

por **Vlada Románov** Jue Mayo 28, 2009 7:13 pm

Caminaba con tranquilidad por la oscuridad del pasillo del Ala Este. Portaba un quinqué de mano para alumbrarme el camino, y mis pasos quedaban ahogados por el rasear de mi camisón largo, ondeando a causa de mis suaves movimientos.

Mientras dormía había oído un ruido, y la curiosidad me podía por encima de toda regla. El toque de queda ni siquiera se me había pasado por la cabeza cuando mientras alzaba las sávanas y salía de la cama, rumbo al pasillo.

Estiré el cuello, alzando el rostro sobre la luz que portaba y me movía hacia un lado. Había visto una sombra. No tenía miedo. Conduje mis pies hacia la sombra y pude descubrir que se trataba de un chico, por su expresión, perdido.

Sonreí con suavidad y me puse a su lado, caminando a su paso.
-Este es el pasillo de las chicas...¿Te has perdido?-pregunté, sin ningun ánimo de parecer cotilla ni nada parecído.

por **Julien Dómine** Jue Mayo 28, 2009 7:20 pm

Una luz alumbraba los pasillos y, como buen merodeador, me tuve que ocultar de esa luz. Pero, tras ese fogonazo dorado, había una muchacha no muy mayor que yo. De rasgos femeninos, pelo dorado y ojos cyan. Entrecerré los ojos y dejé que me encontrase mientras la miraba. Parecía que ella podría ayudarme. Aunque eso no podría saberlo sin tan siquiera conocerla.
Cuando se paró a mi lado y me hizo esa pregunta, descubrí que, por lo visto, quería ayudarme. Sino, ya estaría gritando "chico" por todas las habitaciones para que me moliesen a palos.
-Sí. Perdone mi intromisión pero los paseos nocturnos siempre han sido un calmante y un recorrido hacia Morfeo. Pero, por lo visto, hoy he cogido el atajo que no era. ¿Sabría indicarme el camino al ala oeste?
La susurré con excelentes modales. Éstos siempre delataban que había salido de hacía siglos y más teniendo pinta de jóven adolescente. Debería decir otras palabras menos educadas. Pero era lo que me salía. Suspiré en silencio y la miré, a la espera.

por **Vlada Románov** Jue Mayo 28, 2009 7:29 pm

Fijé la vista en la oscuridad del restante pasillo hacia delante, mientras escuchaba sus palabras. Era educado, pero no me sorprendió demasiado, yo también lo era. Tampoco pertenecía a estos tiempos, pero eso no tenía nada que ver con mi educación. La naturaleza me había hecho así, y así seguiría por siempre.

Volví a mirarle, aun con una sonrisa en mis labios, mientras apartaba la luz del medio y la ponia en un lado de modo que no nos molestase a ninguno de los dos.
-Por supuesto-asentí una sola vez, pero me tome mi tiempo para ello, lo hice con suavidad.-Comprendo lo que dices, estos pasillos son traicioneros de día y un laberinto sin aparente salida por la noche, sobre todo en una tan oscura como la de hoy-reí calmadamente y alcé mi mano libre hacia delante.-Vamos por aquí.

Comencé a caminar a su lado.`

por **Julien Dómine** Jue Mayo 28, 2009 7:36 pm

Sonreí agradecido cuando apartó la luz. Me molestaba y más cuando había pasado tanto rato entre tinieblas. Cuando comenzó a hablar, asentí con una amplia sonrisa. Por lo menos alguien que me entendía.
-Pues tiene razón. Es uno de los motivos por los que no me gustan los lugares nuevos. No los conozco y por el día está tan lleno de alumnos que no puedo caminar tranquilo. Y por la noche, ya ve, perdido a tan altas horas de la madrugada. Necesito un plano o, por lo menos, unas flechas indicadoras.
Me reí entre dientes mientras asentía ante su gesto y comenzaba a caminar a su lado, con las manos fuera, moviéndose a cada paso que daba, siguiéndola de cerca. Todo se me grababa en la memoria. Era lo bueno. Tenía memoria fotográfica y con saber el camino de vuelta una vez, se me quedaba para toda la eternidad.
-Por cierto, no me he presentado. Mi nombre es Julien Dómine, todo un placer, señorita.
La tendí mi mano mientras miraba de reojo el pasillo, por si aparecía algún obstáculo de repente.

por **Vlada Románov** Jue Mayo 28, 2009 7:43 pm

Estábamos solos en aquellos pasillos, seguro además. Solo se oían nuestros pasos sobre el pedrado suelo, pero no importunaban en absoluto. Me gustaba que los sitios en los que estaba, fuesen oscuros o no, tuviesen un ambiente.

Sonreí una vez más cuando mencionó sobre su presentación, yo tampoco lo había hecho. Extendí la mano y se la estreché cuidadosamente.
-El placer es mio, Julien. Yo soy Vlada Románov.-me presenté yo esta vez.

[siento que sea corto, pero me tengo que ir. Más tarde vuelvo ^^]

por **Julien Dómine** Jue Mayo 28, 2009 7:52 pm

Cuando me tendió la mano, lo agarré con una sonrisa. Me la aproximé a los labios e incliné un poco la cabeza. Junté mis labios con su fría piel, besando el dorso de su mano con refinados modales antes de dejar caer su mano. Sonreí y, antes de seguir caminando, guardé mis manos en los bolsillos de los pantalones.
-Es todo un placer, señorita Románov.
Sonreí y señalé el camino.
-¿Proseguimos?
Susurré mientras me daba la vuelta hacia el pasillo y me ponía a caminar tranquilamente, mirando de reojo a la chica mientras la luz que traía consigo alumbraba parte del camino. Las puertas estaban cerradas. Algunas dejaban ver una pequeña línea dorada bajo ellas, indicando que las chicas de ese cuarto seguían despiertas. Nuestros pasos eran lo único que rompían el silencio entre ambos.
-¿Es ruso? Su nombre, digo.
La pregunté mirándola de soslayo.

Don't worry ^^

por **Vlada Románov** Jue Mayo 28, 2009 10:13 pm

Sonreí radiante cuando posó sus labios sobre mi mano. Me agradó ese gesto, no era algo que comunmente me ocurriese , pero me gusto. No iba a negarlo.

Asentí nuevamente cuando volvimos a ponernos en marcha.
-Claro, continuemos-alcé la luz para que pudiesemos ver el suelo, al menos.

Seguimos en silencio durante unos segundos, caminando por el oscuro pasillo, a excepción de una tenue luz bajo la puerta de una de las habitaciones.

Reprimí una risita y continué andando hasta que el chico habló. Le miré, aun con la sonrisa pintada en mi cara y asentí contenta.
-Si señor-reí entre dientes y proseguí-Ruso, exactamente. El suyo suena...umm...suena elegante ¿Italiano, a lo mejor?-borré mi sonrisa y mi expresión se tornó pensativa.

por **Julien Dómine** Vie Mayo 29, 2009 9:26 am

Sonreí triunfante cuando me dijo que había acertado. Me encantaba salir victorioso de algo. Incluso de algo tan trivial como era el origen de un apellido. Románov sonaba ruso, era cierto. O tal vez polaco. Pero ruso era mi primera opción y había acertado.
Al escucharla, negué con la cabeza.
-No... bueno, soy italiano, pero ese apellido es francés. Mi padre era francés y mi madre italiana. Scarlatte es el apellido de mi madre.
Sonreí y doblé una esquina, siguiendo las indicaciones de Vlada. Su nombre me parecía algo cómico. Era como... antiguo. Del siglo pasado. Y eso me parecía curioso. No era vampiresa, por eso me parecía curioso. Aunque no me desagradaba, obviamente. Cada uno debía afrontar sus nombres.
-¿Y qué edad tiene la jóven rusa?
Pregunté divertido.

por **Vlada Románov** Vie Mayo 29, 2009 4:10 pm

Presté mucha atención a la información. Sabía, pero no todo, y para eso había venído a este sitio. Tenía intención de llenar mi mente de contenidos desconocidos, aprender.

-Oh, entiendo...-murmuré mientras ponía la mano sobre la pared de piedra, con cuidado de no tropezar con nada, pero atenta a todo lo demás.-Jóven...-reí con suavidad-No, jóven no es la palabra adecuada para mí.-fije mi mirada en él-Digamos que tengo unos cuantos siglos...5 para ser exactos.-expecifiqué ampliando mi sonrisa-Soy bastante mayor, ahora ¿Verdad?

Y era completamente cierto, tenía cinco siglos exactos. Había nacido jóven y bella de aquellas olas rompiendose, y así había permanecido hasta ahora.

por **Julien Dómine** Vie Mayo 29, 2009 5:15 pm

Al escucharla sonreí. Era mayor que yo. Aunque, en eso de las edades, no me importaba mucho. Miraba antes la humana que la eterna. Seguí caminando por ese pasillo, que parecía interminable, con aire tranquilo y cuidadoso para evitar caer en las miradas de algún merodeador nocturno indeseado.
-Cinco siglos... se conserva usted estupendamente -Sonreí y me acaricié la nuca. -. Yo tengo cuatro, uno menos. Exactamente cuatrocientos ocho años. Soy... un anciano atrapado en el cuerpo de un jóven.
Me reí entre dientes mientras me la quedaba mirando con una amplia sonrisa en el rostro. Ahora estábamos caminando por un largo pasillo lleno de ventanales que alumbraban el suelo y las paredes por donde pasábamos con su luz plateada. Entrecerré los ojos y después miré hacia atrás. Había escuchado unos pasos. Suaves, pero, al fin y al cabo, pasos.
-Si me atrapan aquí, a estas horas, creo que a mí me va a caer una buena reprimenda y a usted otra. Se juega mucho por un chico que ha conocido hará cinco minutos.
Sonreí divertido mientras acariciaba la pared con la mano.

por **Vlada Románov** Vie Mayo 29, 2009 6:38 pm

Sonreí a la oscuridad, me hicieron gracia sus palabras. Me caía estupendamente aquel chico. Era simpático, agradable donde los haya.

Caminabamos por el mismo pasillo, pero ahora todo estaba algo más iluminado. Había ventanales por donde la una luz que acompañaba a la mía, nos ayudaba y facilitaba a caminar.

-Pues muchas gracias-miré a Julien mientras reía-Debo decir, entonces, que opino lo mismo sobre tí. Hay que saber cuidarse, ¿verdad?-alcé una ceja con diversión-No todo el mundo puede-silencio corto y reí otra vez por mi poco gracioso comentario-Supongo que tiene sus ventajas. No envejecer...No sé.-me encogí de hombros y aparté la mirada sonriente.

Miré hacia atras como él, también había escuchado pasos, pero no temía. No temía a los castigos que pudieran imponerme, eran parte de la vida y eso me gustaba, pero no era masoca ni nada por el estilo, solo que debemos vivirlo todo.

-¿Tiene miedo, sr.Dómine?-sonreí con la misma diversión de antes y me apuré un poco.

por **Julien Dómine** Sáb Mayo 30, 2009 8:27 am

-¿Cuidarse? Yo no me cuido -Me reí entre dientes. -. No hago mucho deporte, soy demasiado vago... y bueno, tampoco como porquería porque no puedo. Pero supongo que es lo bueno de la eternidad. No envejecer.
Susurré divertido mientras dejaba de mirar a mi espalda. Los pasos habían desaparecido y seguro que simplemente era una estudiante que volvía a su cuarto o que se marchaba al baño. Sea lo que fuera, ya no había preocupación.
Al escuchar a Vlada, me reí entre dientes, pero con precaución de no armar barullo. Negué con la cabeza y guardé mis manos en los tejanos, inclinándome un poco hacia adelante y silbando tranquilamente una vieja melodía.
-Sólo quiero asegurarme de que conocerla no me cueste un castigo. No me gustan los follones... soy demasiado... emmm... ¿tranquilo? No sabría definirme en ese aspecto. Pero no me gusta que me echen la bronca. Me gusta pasar desapercibido -Sonreí ampliamente y me giré para mirarla, observando su rostro iluminado por la plateada luz lunar. -. ¿Y usted, señorita Románov? ¿Tiene miedo? -Volví la mirada al frente. -. Camina con un vampiro a altas horas de la noche, sin nadie a nuestro alrededor que pueda hacer algo si me da por atacarla... Cualquier otra estaría... "temblando".
Evité reír mientras observaba el pasillo. Unos cinco metros más adelante, los ventanales se terminaban y volvía la negra oscuridad.

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